domingo, 23 de noviembre de 2008

¿Legalizar la marihuana?



La marihuana, cuyo nombre vulgar es cáñamo, científicamente denominada Cannabis Indica, de la familia de las Cannabáceas, es originaria de Asia central. Conocida desde tiempos inmemoriales por griegos, romanos, germanos, celtas, árabes, hindúes, egipcios y por los españoles desde el siglo X. Transportada desde África a México, el Caribe y Sur América en la época del comercio de esclavos y extendida desde hace pocos años por Norteamérica y Canadá.

Proporcionalmente, según la ONU, 5% de la población mundial, cerca de 182 millones de personas aproximadamente, consume cannabis, frente al 30% que fuma y 50% que toma alcohol. Está comprobado que es la droga que menor daño hace a la salud y es la menos adictiva. La marihuana tiene “propiedades terapéuticas acreditadas” para el tratamiento, como cataplasma, de las varices, el cáncer y las reumas, según algunos connotados reumáticos concretos. Utilizada en el Viejo Mundo al menos desde el tercer milenio antes de Cristo por varias culturas en donde era utilizada con fines religiosos, artesanales y médicos.

Por países: Norteamérica, con 150 millones de consumidores, se destaca por ser el mayor consumidor de marihuana como enervante. En Europa la cultivan legalmente en España y en Holanda. España la cultiva desde 1930 para procesar cáñamo y otros 21 países hacen otro tanto. Por su parte, Holanda suministra al mercado europeo semilla homologada para la industria del cáñamo desde fines del 2003.

En la década de los 30, favorecida por la aparición y sustitución en las empresas textiles de la fibra vegetal cáñamo por la fibra sintética nylon, el Congreso estadounidense empezó a satanizar su uso hasta convertirla en ilegal en la ley federal a pesar del cuestionamiento que de ella hacía la Asociación Médica Americana, pero las actividades políticas enfrentando prejuicios culturales, opiniones morales o intereses económicos en contra han estado luchando a favor de la legalización del consumo de la marihuana para fines medicinales, que en definitiva no es una cuestión de debate, sino una cuestión de derechos y dignidad humana y están lentamente ganando la batalla hasta el punto que se ha autorizado su uso en casi todos los estados de la Unión Americana, los cuales han aprobado leyes que permiten a los pacientes el uso bajo receta médica para aliviar dolores y otros efectos de enfermedades graves.

En Canadá y en Europa se vive el mismo proceso de una nueva reglamentación con propósitos terapéuticos, está permitido que pacientes con enfermedades crónicas específicas terminales como SIDA, cáncer, artritis severa, lesiones en la espina dorsal o esclerosis múltiple, cuya esperanza de vida no supere el año, tengan acceso a ella y proveniente de plantaciones de cannabis administradas por el gobierno.

La marihuana está también siendo aplicada para brindar estado de relajación en pacientes que requieren de un medicamento que controle la superproducción glandular de adrenalina y que produciría ataque al corazón.

La historia de la marihuana en México se remonta a la llegada de los conquistadores españoles, que la trajeron a este país con fines industriales, “para la fabricación de textiles”. Los antiguos mexicanos encontraron en la planta un uso medicinal y fue en el siglo XVII cuando comenzó su “uso recreativo”, incluso fue la triunfadora de la Revolución Mexicana, ya que la cucaracha ya no puede caminar porque le falta, porque le falta, marihuana que fumar, como dice el famoso corrido.

En los años 20, cuando triunfa el gobierno revolucionario prohíbe la comercialización de la marihuana, es así como empieza el gran negocio del narcotráfico. Memorable es aquella declaración de Rafael Caro Quintero de que los dejaran trabajar en paz y ellos se encargarían de pagar completa la deuda externa de México.

Por lo que desde mi punto de vista, aplaudimos la propuesta de Víctor Hugo Círigo de proponer la legalización del consumo de la marihuana de hasta cinco gramos diarios y el cultivo en casa de máximo cinco plantas, que el Estado sea el encargado de comercializar la marihuana y que tenga control de establecimientos para su venta, asimismo podría consumirse en domicilios particulares o en lugares exclusivos.

También, Felipe Calderón presentó ante el Congreso una propuesta para despenalizar la posesión de algunas drogas en pequeñas cantidades para así coadyuvar al combate al narcotráfico en el país que, en lo que va del año, ha dejado 5 mil muertos. Yo creo que con responsabilidad y con una muy buena campaña de información, el tema de la legalización de algunas drogas poco a poco se podrá lograr y dejará en muy poco tiempo de tener importancia nacional.

Nos guste o no, el debate ya inició. Este país no puede seguir con esta interminable guerra del narcotráfico, las drogas al fin serán legalizadas y esta guerra será terminada.

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